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Cuidado Familiar

Dormir Bien Durante la Infancia es Importante para el Crecimiento

Los niños están en continuo crecimiento y dormir bien es importante, porque la hormona del crecimiento ejerce su mayor función mientras se duerme. Cuando los niños descansan suficiente están más relajados, más concentrados en el colegio y también se consigue aumentar sus defensas ante los resfriados y las gripes.

Hay muchos niños que desde muy temprana edad no concilian bien el sueño porque se les altera y debido a ello, en ocasiones, tienden a ponerse nerviosos e incluso llegar a perder el apetito. A la par, los padres también se ven afectados por la falta de descanso y se crea un ambiente algo tenso.

Es importante llevar una rutina y acostumbrar al niño a dormir siempre a la misma hora. Si de todas formas no se consigue que duerman, entonces es el momento de ponerse en el lugar del niño para tratar de encontrar cuál es el motivo. Quizás el pequeño padezca insomnio porque le duela algo o le estén saliendo los dientes; tal vez no pueda respirar a causa de las mucosidades o tal vez la última siesta haya sido demasiado larga. Para tales casos hay algunas medidas útiles.

Hoy en día hay padres que tienen que trabajar toda la jornada y llegan tarde a casa, debido a esto se ven obligados a dedicar menos tiempo a sus hijos. Está comprobado que muchos niños tienen pesadillas por las noches y una causa podría ser porque se sienten solos o con falta de algún mimo.

Consejos para incitar al sueño

El que los niños no quieran irse a la cama resulta un esfuerzo añadido para los padres que frecuentemente acaba en pelea, así que recurrir a algunas estrategias evita ese momento de conflicto.

Escuchar música suave en el momento de acostarse resulta un buen método o leerle un bonito cuento. También sirve cantar alguna canción de ritmo pausado o hablarle de cosas positivas. Aunque lo que realmente calma a los niños es la atención y el cariño, es algo que necesitan.

En cambio la televisión y los aparatos eléctricos son fuentes de energía y emisores de ondas que deben evitarse, o al menos que los niños se expongan a éstos antes de acostarse.

A la hora de interrelacionarse con los pequeños es bueno recordar que se debe conversar y hablarle de forma compasiva y tolerante, porque incluso el niño menor de un año posee un subconsciente que entiende perfectamente lo que se le dice. Tal es así que hablar con él de cosas positivas y razonadas coherentemente puede conseguir que su coeficiente intelectual sea más elevado y correcto.

 

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