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Basketball

Agentes Libres de Gran Impacto

Todo comenzó con un trueno cuando LeBron James y Chris Bosh se mudaron hacia el sur para unirse con Dwyane Wade en Miami, luego se volvió a alborotar considerablemente cuando se rumoró que Chris Paul estaba infeliz en New Orleans y que ahora ha vuelto a retumbar diariamente con las especulaciones sobre cómo y cuándo Carmelo Anthony saldrá de Denver. En medio de eso, Amar’e Stoudemire se fue a New York, Carlos Boozer a Chicago e incluso Shaquille O’Neal, de 38 años, se marchó para Boston.

Pocas veces, si es que pasó alguna vez en la historia de la liga, casi todos los grandes agentes libres cambiaron de uniforme al mismo tiempo. Aun así, cuando se filtra todo el ruido que se dio con los fuegos artificiales de la LeBronapaloooza, hubo un puñado de agentes libres poco mencionados y que pasaron sin ser detectados por el radar que pueden causar un gran impacto en sus nuevos equipos.

Steve Blake, Lakers

Empacó su maletín deportivo y salió caminando sin hacer ruido del vestuario de los Clippers en el Staples Center. Pero si Kobe y compañía vuelven a estar en las finales el próximo mes de junio en busca de su tercer título consecutivo, hay muchas posibilidades de que este hombre haya jugado un papel vital. Este experimentado jugador que lleva siete años en la liga es el suplente ideal para Derek Fisher en la posición de guardia armador y podrá ver un incremento en el número de sus minutos si la vejez vuelve más lento a Fisher. Puede meter triples, pasar el balón y no comete muchas pérdidas de balón, algo que siempre lo hace muy deseado por los entrenadores. En este caso Phil Jackson, quien estará feliz de confiar en su fiabilidad tras sus frustradas expectativas con Jordan Farmar (que ahora está en New Jersey).

Kyle Korver, Bulls

La habilidad más básica en este deporte es la de lanzar el balón y eso es lo que hace mejor Korver. Tras una cirugía en su rodilla izquierda al comienzo de la temporada pasada, él regresó para acertar el 53,6 por ciento de sus tiros de campo en 52 partidos con los Jazz, rompiendo así la marca que había impuesto Steve Kerr en la temporada 1994-95. Su ex compañero en Utah, Carlos Boozer, fue el gran agente libre que pudo fichar Chicago, pero Korver también fue un gran refuerzo. Se beneficiará por todos los disparos sin marca que recibirá tras las penetraciones de Derrick Rose y le dará a los Bulls el gran lanzador de larga distancia que les hizo falta la campaña pasada tras la ausencia de Ben Gordon.

Mike Miller, Heat

A pesar de todos los grandes salarios, los galardones y sus estelares hojas de vida, habrá momentos en los que LeBron y D-Wade se encuentren atascados la mitad de la pintura y sean detenidos por las defensas rivales, razón por la cual necesitan de un lanzador de larga distancia confiable para aflojar las cosas. Miller viene de dos temporadas consecutivas en las que no fue tan efectivo. Pero eso en parte fue el resultado de jugar para malos equipos en Minnesota y Washington. Esta es la primera vez desde que dejó la Universidad de Florida en la que estará en un conjunto con verdaderas aspiraciones de ganar un campeonato y eso seguramente rejuvenezca a un hombre que ha acertado el 40,8 por ciento de sus triples a lo largo de su carrera. Su tamaño le permitirá actuar en algunos momentos como delantero pequeño cuando James juegue en la posición número cuatro y Bosh se mueva hacia el centro para hacer las veces de pívot.

Drew Gooden, Bucks

Milwaukee es la novena ciudad diferente en la NBA para este ambulante delantero y hay una buena razón por la cual los Bucks no desperdiciaron un minuto en ficharlo con un contrato de 32 millones de dólares por cinco años. Juega duro, con inteligencia y es un gran compañero de equipo. Eso lo convierte en el obrero ideal y en un hombre perfecto para el banquillo del entrenador Scott Skiles. No sólo tiene la hablidad de acercarse al aro por la fuerza para meter unas cestas complicadas, sino que también tiene buen olfato para conseguir la pelota, pues promedia ocho rebotes por partido durante su carrera en menos de 28 minutos de tiempo jugado en promedio. Gooden es uno de esos llamados hombres pegajosos, hace cosas que ayudan a ganar partidos, aunque estas no queden marcadas en las hojas de estadísticas. Es el tipo de jugador de role que un conjunto como los Bucks necesitan para poder hacer ruido en los playoffs.

Brad Miller, Rockets

Con Yao Ming trabajando bajo un estricto límite de 24 minutos por partido esta temporada, una de las cosas que más necesitaban los Rockets era un pívot capaz de hacer algo más que crear espacios en la ofensiva. Cuando Yao estaba saludable, ellos podían darse el lujo de usar a Dikembe Mutombo como una póliza de seguros por su excelente capacidad defensiva. Con Yao fuera la temporara anterior, ellos se vieron forzados a poner todo en las manos de Chuck Hayes. La edad de Miller (34 años) y el hecho de haber tenido un bajón la campaña anterior cuando no fue tan productivo en Chicago lo convierten en un pequeño riesgo. Pero ellos esperan que los ayude el hecho de que se vuleve a reunir con el entrenador Rick Adelman, con quien trabajó en Sacramento, y que eso los pueda hacer capaces de poner en marcha un un buen ritmo anotador y ofensivo con los Rockets. Yao sigue siendo el hombre que buscarán cuando el partido esté en el tramo definitivo, pero Miller jugará un papel clave al actuar durante varios minutos y tendrá que acertar varios tiros si los Rockets quieren volver a los playoffs.

Fuente: NBA.com

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