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Familia y Sociedad

Científicos de Harvard Encuentran la Fuente de la Juventud

Diversos relatos del descubrimiento de América atribuyen al español Juan Ponce de León una curiosa búsqueda: el lugar donde afloraban unas aguas capaces de restablecer la vitalidad, conocido popularmente como “la fuente de la juventud”. Quinientos años después, investigadores de la Universidad de Harvard lograron -por primera vez y sin aguas termales de por medio-revertir el envejecimiento.

Lo hicieron interviniendo la producción de telomerasa, una enzima conocida por proteger la información genética contenida en los cromosomas, lo cual previene el envejecimiento. Los científicos crearon ratones de laboratorio que no producían esta sustancia y los dejaron crecer hasta su adultez. Estos envejecieron más rápido de lo normal y sufrieron problemas como osteoporosis, diabetes y deterioro cerebral. Además, algunos murieron jóvenes.

Posteriormente, los científicos incluyeron en su alimentación un químico llamado 4-hidroxitestosterona. Al cabo de un mes, los ratones experimentaron una importante mejoría gracias a que esta sustancia reactivó la producción de telomerasa: órganos como el bazo, el hígado y los intestinos se recuperaron del envejecimiento, mostrando una apariencia y funciones como las de órganos jóvenes. “No esperábamos un retroceso tan dramático: el pelo, las neuronas, sus funciones cognitivas, fue muy notable cuando observamos a los animales cuando estaban viejos y después no, sólo en un mes”, dijo al teléfono Ronald DePinho, coautor del estudio y profesor de Medicina de Harvard. Los ratones recuperaron su capacidad reproductiva también. “Vimos que en los ratones avejentados, esto les devolvía la fertilidad, y cuando muchos eran capaces de procrear sólo una o ninguna cría, volvieron a ser capaces de tener camadas de cuatro y cinco crías, que es lo normal”, dice a La Tercera Mariela Jaskelioff, doctora en ciencias biomédicas de la U. de Massachusetts y autora principal de la investigación publicada en la revista Nature.

Esto se produjo porque las células progenitoras volvieron a funcionar, crearon nuevas neuronas y dieron mayor apoyo a las ya existentes. “Es la primera vez que se demuestra en mamíferos que se puede revertir el envejecimiento”,agrega la investigadora.

DePinho explicó que, hablando en un equivalente de edad humana, “los ratones parecerían de 80 ó 90 años, con el pelo cano y arrugados, pero un mes después sus órganos parecían y estaban más jóvenes y lucían de unos 40 ó 50 años”. El experto agrega que este experimento demuestra que “al restaurar los telómeros malos se puede recuperar la juventud, y eso demuestra que no es irreversible”, algo que él llamó “cercano al efecto Ponce de León”, dice.

La amenaza del cáncer

Pese a sus propiedades, la telomerasa es observada con desconfianza por muchos científicos, quienes plantean que además de impedir el envejecimiento de las células sanas, la sustancia podría ayudar a las de los tumores cancerígenos existentes, evitando el suicidio programado de ellas y promoviendo su proliferaciónmás rápida.

De allí que una investigación que logró en 2004 prolongar la vida de ratones con telomerasa en un 40% tuvo que introducir en ellos genes que los hicieran resistentes al cáncer para evitar ese “efecto no deseado”. Sin embargo, en este experimento ninguno de los roedores que participaron en el estudio desarrollaron cáncer y DePinho plantea que al prevenir el daño del ADN, lo que hace la telomerasa, en primer término, es evitar que las células sanas muten y se transformen en cancerosas. “Hay gente que tiene los telómeros muy cortos y tienen envejecimiento prematuro, y es posible que ellos pudieran ser tratados”, dice Jaskelioff. De allí que su siguiente paso sea estudiar si la terapia funciona contra el envejecimiento normal.

Via: NoticiasSIN

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