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Diario de un Padre Inexperto

Diario de un Padre Inexperto: El Amor Llega a su Tiempo

Analizando el pasado he llegado a la conclusión, de que la televisión ha dañado mucho la perspectiva de cómo uno ve las cosas. Recordaba anoche, cuando nació mi primera hija, la reacción que pensé que tendría y la que realmente viví.

Sé que muchos hemos visto películas (me imagino que en ocasiones, hasta forzosamente) que tratan el tema del embarazo. No se ustedes; pero la escena donde el padre está en la sala de operaciones cortando el cordón umbilical, que toma a sus hij@s en brazos y rompe en llanto siempre llamó mi atención, no solo por lo cursi que me parece sino porque pensaba que cuando llegara mi momento, lo feo que me vería en esa escena (hasta moqueando me imaginé); pero la verdad es que creo, que eso solo pasa en películas, ahh!! y en novelas (claro está, la maestra Corín Tellado empezará a saltar en su tumba si no la menciono).

Cuando uno va a ser padre, los más antiguos en el cargo (dígase abuelos, tíos, padres, y todo el que entiende que sabe más que tú) te hablan del amor tan grande que se experimenta en el momento que uno ve su hij@ por primera vez “muchacho eso es una cosa tan grande, que no hay palabras para explicarlo”, “olvídate que cuando tú los veas se te va a derretir el corazón” y así por el estilo. Imagínense como me sentí yo, cuando al ver a mi hija por primera vez me sentí “simplemente Feliz”, la verdad es que no experimenté nada diferente a cuando me enteré que sería padre, solo puedo comparar  cómo me sentía con una frase que le dijeron a un amigo “un cavernícola sentimental”.

Luego entendí que nadie te puede decir cómo vivir una experiencia de ese tipo. A mí me paso lo siguiente:, yo el día del parto estaba tan abrumado, que lo que hacía era reaccionar ante cualquier eventualidad, me sentía como un bombero “apaga fuego” que de manera autómata, estaba resolviendo los asuntos relacionados a la cirugía. No fue sino hasta que llegamos a nuestra casa, cuando ya todo el murmullo de la gente había pasado, que pudimos apreciar a plenitud a nuestra bebita, y en ese momento lo que sentí fue un frío en el estómago como aquel que se siente cuando uno se enamora, fue entonces cuando entendí que el amor llega a su tiempo. No se sientan mal si al principio no experimentan aquella oleada repentina de la que todos hablan; porque realmente en cada uno se presenta diferente.

Lo importante de todo esto es que, el regalo que Dios nos ha puesto en nuestras manos es el más grande ejemplo de su amor por nosotros, el criar seres humanos de bien y con valores es la tarea que todos debemos procurar.

Por último, recordemos estas palabras que hoy les digo, para que luego mañana no abrumemos nosotros a los nuevos padres con altas expectativas, que solo pueden llevar a sentimientos encontrados en los ocupados primerizos. Sientan el amor y disfrútenlo, porque ese “feeling” es lo que les va a ayudar a pasar esas “amaneciditas” que vienen por ahí jejeje. Cuídense y les recomiendo que se acuesten, lo más seguro es que el bebé esté casi al despertar…….. Sayonara!

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