you’re reading...

Diario de un Padre Inexperto

Diario de un Padre Inexperto: Padres Somnolientos

Son las 10:00 de la mañana y tengo un sueño como si fueran las 3:00 de la madrugada, y por esto quiero agradecer a la cervecería, a Acroarte y de manera especial a mi hija menor de 9 meses, por ser la causante de que no pudiéramos dormir anoche ya que se despertó cada 2 horas llorando a decirnos cuanto nos quiere… (que muchachita esa!). Déjenme decirles que no debería estar quejándome ya que por la naturaleza de mi trabajo se supone que esté acostumbrado (me ha tocado trabajar muuuucho de noche); pero no hay nada peor que acostarse sin preocupaciones y estarse levantando a cada rato para ver que pasa en la habitación del bebe.

 Mi hija mayor tiene casi 5 años y se estuvo levantando hasta estos días prácticamente, de hecho todavía le queda el reflejo ya que a veces se levanta (asumimos que sonámbula), abre la puerta de nuestra habitación, se queda como una estatua parada por un minuto en la entrada, cierra la puerta, se va a su habitación y se acuesta (hasta risa nos da la pobrecita), y ahora estamos viviendo los despertares de la más pequeña, que aunque reconocemos que nos ha tratado mucho mejor que la primera (esta salió más a su madre, la grande salió a mí), últimamente nos está dando agua a beber…pienso que mientras más pasa el tiempo ( o sea, mientras más viejo uno se pone) esa levantadera es peor, ya a veces ni escucho el llanto, si no es por mi esposa que me empuja y dice “es tu turno, levántate”! ni cuenta me daría.

Tengo tantos cuentos que si empiezo no termino, uno de ellos es que mi hija mayor en una de esas noches, cuando estábamos jaaartos de estar levantándonos y ella llora que llora…se cansó de llorar, se levantó solita y se le metió en la cama a la señora que la cuida, cuando nos levantamos al otro día nos llevamos un sustazo cuando no la encontramos en su camita. También mis amigos han pasado su luchita, tengo una anécdota que cuando la recuerdo no puedo dejar de reír; Pedro me contó que después de pasar la noche moviéndose de su habitación a la de la hija, como la tercera vez decidió no levantarse y dejarla llorar, al no sentir más el llanto, asumió que se había dormido y luego escucho esa vocecita: “Papá, Papá…ayy Jesuuuu !!!” Explotado de la risa, no tuvo más remedio que pararse a darle un beso. Jenny descubrió que su hijo se salía de la cuna, cuando él mismo fue a tocarle el brazo a la muchacha de servicio en la madrugada…jeje que susto debe haberse dado ! y así por el estilo.

No les puedo dar una fórmula para aminorar estos encuentros cercanos de tercer tipo con las amanecidas, porque la verdad es que nosotros intentamos de todo y nunca nos funcionó por completo; pero les puedo mencionar una técnica que mi madre usaba conmigo y mi hermana que puede tener sus efectos positivos. Cuando ella nos acostaba en la tarde a dormir la “siesta”, como sabía que no me gustaba dormir, lo que hacía era tirarme el brazo encima, pero no estamos hablando de un bracito, era como que ella pasaba literalmente todo su peso hacia esa extremidad, que por mas vueltas que le de daba no me podía zafar y al final terminaba rendido.

Lo único que si les puedo decir es que esta etapa pasa, cuando? No se sabe, cada niño es diferente, pero pasa…hagan lo mismo que yo he hecho desde el principio, búrlense de todo aquel que este pasando por esto mientras puedan, para que cuando les llegue su turno cojan su luchita conformes jejeje

Seguimos luego, se me cuidan !

Photos on flickr